Los pioneros almerienses en la calibración de sistemas ADAS

Pedro Torres y Carlos Moreno son de esos cristaleros que viven la profesión con intensidad. Son de esos apasionados de su negocio, con años de alegrías y sufrimientos y con una visión clara del presente y del futuro por el que atraviesa el sector que les ha permitido vivir muchas veces y sobrevivir en otras.     

Su empresa cuenta con siete talleres que se ubican en la provincia de Almería en poblaciones como Mojacar, Vera, Huercal Overa, Velez Rubio , Roquetas de Mar, Almería y El Ejido. En todas esas poblaciones son conocidos por su profesionalidad y por un servicio entregado al cliente. Ese enfoque hacia el cliente les ha hecho poner en práctica un proyecto pionero en España y que tiene como base la tecnología.     

Esos siete talleres de Glassdrive son los primeros centros que se han entregado con fuerza a los servicios de recalibración de cámaras con la compra de dos máquinas de diagnosis de distintos fabricantes para cubrir todos los desafíos que pueden presentar los cientos de fabricantes que ya incorporan los sistemas de ayuda a la conducción (ADAS). Para cubrir todas las necesidades de ese servicio en la provincia de Almería han comprado dos máquinas TEXA para turismo, dos máquinas TEXA para camiones y una máquina Hella para turismos. “Nuestro objetivo es cubrir cualquier lugar de la provincia con este servicio”, aseguran.     

Pedro busca conseguir el mejor trabajo posible y para ello utiliza las máquinas de diagnósis de TEXA para las calibraciones estáticas de turismos y camiones y la máquina de Hella para las calibraciones dinámicas. "TEXA es la máquina que más utilizamos porque es la que mejor funciona en las claibraciones estáticas. Es muy sencilla de utilizar y ofrece un gran resultado tanto en turismos como camiones. En las calibraciones dinámicas también funciona bien pero hemos elegido la máquina de Hella para ese servicio porque nos ha gustado más su uso".     

El esfuerzo económico que ha realizado esta empresa es alto, ya que la inversión para comprar todas estas máquinas supera los 60.000 euros. "No se trata de un gasto sino de una inversión porque este servicio cada vez está más demandado y no puedes dejar a un cliente o una aseguradora colgada cuando acuden a tu negocio para que les resuelvas un problema", asegura Pedro Torres.     

Los sistemas ADAS requieren de un esfuerzo económico y una formación que cambiará de manera radical el sector de la cristalería del automóvil. "Esta tecnología es una oportunidad para el sector. Quien no invierta se quedará fuera pero quien sí lo haga se convertirá en impescindible para los clientes y aseguradoras. Ya no se podrá llevar el coche a un taller de chapa u otro tipo de taller que no tenga esa tecnología y no pueda recalibrar. En nuestro caso hemos decidido invertir con dos máquinas y el resultado es que nuestros clientes van a tener el mejor servicio posible. La seguridad es algo innegociable", afima el veterano cristalero.