Renault regala una bandeja de ibéricos hasta el 15 de diciembre con cada luna sustituida

Que los fabricantes de coches están pasando un mal momento de ventas es algo ya archiconocido. Por eso, las postventa se ha convertido en su principal línea de negocio para torear la crisis de ventas.

Todos los componentes del automóvil son y han sido susceptibles de postventa, pero uno que no se trabajaba demasiado era el del vidrio. Era residual la atención de los fabricantes a esa parte del vehículo, pero sus departamentos de ventas ya no obvian nada.

Las lunas son una fuente más de ingresos. Renault está siendo la empresa más agresiva en ese terreno, y al argumento irreal de que sus lunas son las únicas originales ha unido un regalo jugoso para aquel que acuda a cambiar su luna a un taller oficial.

Nada más terminar de sustituir la luna, el usuario se llevará a casa un sutido de ibéricos. Es algo así como inventar un nuevo lema “lunas pata negra”, cuando en realidad las lunas con el distintivo de Renault son exactamente iguales a las que se venden en el recambio libre desde el fabricante original, ya sea Saint Gobain, Guardian o Pilkington por citar a los principales fabricantes.