¿De qué sirve tener una gran formación y un gran equipo de reparación si la resina no es buena?

¿De qué sirve tener una gran formación y un gran equipo de reparación si la resina no es buena? Hay muchos tipos diferentes de resinas: alta viscosidad, baja viscosidad, espesa, delgada, cara y barata, transparente o amarilla, por nombrar un puñado. ¿Qué hace que una resina sea buena y cómo afecta su reparación, su negocio y su reputación de calidad? 

En primer lugar, el objetivo de la reparación de un impacto es fortalecer el parabrisas para que no se produzcan más daños, ya sea un impacto o grieta que se rompa por la conducción normal o el punto débil que causa la rotura si el automóvil choca.   

Una reparación que realiza un taller con un aspecto perfecto podría no ser así si la resina no es de alta calidad. Si la cura no es lo suficientemente profunda, la reparación no tiene la fuerza requerida puede agrietarse durante cualquier trayecto posterior con un bache, un cambio de temperatura o en un lavado del coche. Pero una vez que la superficie está curada, el problema no se puede solucionar y se necesita una nueva luna. También la reparación puede volverse turbia después de algunas semanas a medida que la resina reacciona al aire o a los productos químicos presentes en la pantalla, lo que también deja al cliente frustrado con su reparación y sin otra opción que reemplazar la luna.   

España carece de las normas de calidad para la resina de países como Reno Unido, Australia, Nueva Zelanda o Estados Unidos y eso hace que se estén realizando reparaciones con resinas de baja calidad que terminan provocando una posterior sustitución de la luna.   

La resina es un elemento básico para conseguir una buena reparación y, sin embargo, se sigue ahorrando en la búsqueda de productos baratos que suponen finalmente un problema grave al tener que sustituirse la luna reparada debido al uso de resinas chapuceras.