Los franquiciados de Ralarsa muestran su desencanto ante la primera campaña nacional de regalo de la red catalana

Ralarsa lanzó a comienzos del mes de abril de 2021 su primera campaña nacional de obsequio tanto para la reparación y la sustitución de lunas. Tras un mes de vigencia de esta campaña de promoción desde INFOLUNA nos hemos puesto en contacto con talleres franquiciados de la red catalana para valorar la iniciativa que salió del despacho de Adriá Alert, director de markéting de Ralarsa.

Lo talleres con los que hemos contactado coinciden al señalar que la campaña no es atractiva para el cliente y que el obsequio no consigue captar la atención de la calle para acercarse a un centro de Ralarsa.

A los franquiciados de Ralarsa les sorprende que la primera campaña nacional con obsequio haya sido tan mal elegida y que se haya pensado más en el mensaje de responsabilidad social corporativa que en el beneficio de los talleres en un momento muy delicado debido a la escasa movilidad y el notable descenso de siniestros.

Los empresarios de Ralarsa están molestos porque consideran que su central no ha sabido entender la necesidad de convencer a los potenciales clientes con algún tipo de promoción que les atraiga de verdad. Como nos reconoce un franquiciado: "La botella no está funcionando. Cuando ves lo que ofrece competencia como Cristalbox con un taladro o una cámara que llena sus talleres y nosotros una botella para salvar el planeta...".

Los franquiciados de Ralarsa creen que este regalo tiene muy poco tirón porque los "clientes lo ven como algo muy barato que pueden conseguir por pocos euros hasta en el chino. Regalar algo que te puede costar 5 o 10 euros no es algo que te lleve a entrar en un taller para que te reparen la luna".

Un ejemplo del escaso éxito de esta promoción se puede comprobar en las publicaciones de Ralarsa en redes sociales que presentan muy poca interactividad y respaldo por parte de los usuarios, sin apenas pinchazos de respaldo en forma de 'me gusta' o compartiendo la publicación. Esto demuestra que la idea de Adria Alert ha sido un error y que solo ha servido para mejorar su imagen de empresa comprometida con el planeta pero poco comprometida con el desarrollo de sus franquiciados como empresas que necesitan verderos estímulos que les ayuden a mejorar sus balances.