"Lo que hace Mutua Madrileña con la calibración es una falta de respeto a los profesionales de la cristalería del automóvil"

Las aseguradoras se sienten fuertes frente a los talleres de lunas, saben que su objetico es común y están unidas en busca de ese propósito frente a un colectivo de talleres en el que todos hacen la guerra por su cuenta. En esas condiciones la 'batalla' por conseguir aumentar los costes medios seguirá perdida durante años.

Si las aseguradoras se sienten fuerte hay una que por su jerarquía en una zona de España ejerce casi un control absoluto sobre el trabajo de los luneros. Mutua Madrileña cuenta con una posición tan dominante en la Comunidad de Madrid que hace valer con autoridad el 50% de las pólizas de autos que controla e impone condiciones a las cientos de talleres de lunas que no ven otra opción que aceptar o quedar fuera de loa cuerdos con la compañía.

Un ejemplo de cómo maneja Mutua Madrileña a su antojo el trabajo de los talleres de cristalería del automóvil se sitúa en cómo se facturan los servicios de calibración. Esta compañía es la única que paga con el mismo precio la calibración estática que la dinámica y, además, lo hace con uno de los precios más baratos de todo el sector de seguros.

La compañía madrileña de seguros paga solo 60 euros por la calibración, ya sea estática o dinámica o, incluso, en la universal, en la que se deben hacer las dos calibraciones para conseguir que los sistemas adas vuelvan a funcionar correctamente.

"No es justo"
 

"Lo que hace Mutua Madrileña con la calibración es una falta de respeto a los profesionales de la cristalería del automóvil. Después de invertir en máquinas caras, paneles caros, actualizaciones constantes de software y trabajar en muchos casos durante horas para realizar una buena calibración nos pagan una miseria", nos señala un cristalero madrileño.

El resto de compañías de seguros pagan barato este servicio pero, al menos, la factura llega como mínimo a unos 90 euros en la calibración estática y 120 en la dinámica. "Lo que es alucinante es que a los luneros nos pagan 60 euros por cualquier tipo de calibración y a los concesionarios, que en muchos casos les hacemos el trabajo, se lo están pagando al triple de precio. No es justo y deberíamos plantarnos y luchar por acabar con esto porque nos jugamos el futuro", nos dice muy enfadado un lunero madrileño con ganas de rebelarse pero que reconoce tener miedo a ser apartado de la red de confianza de Mutua Madrilileña en caso de dar la cara.