Carglass señala dos aspectos de la recalibración de cámaras que muchos olvidan y son claves para garantizar el buen funcionamiento posterior de los ADAS

La calibración de las cámaras situadas en el parabrisas que garantizan luego un buen funcionamiento de los sistemas ADAS crece en importancia en España y ya se ha convertido en una obligación por parte de los talleres de cristalería del automóvil poseer la herramienta necesaria para realizar este servicio.

El uso de esta herramienta de diagnosis necesita de una formación y el cumplimiento de una serie de normas que permitan realizar un buen servicio. Entre esas normas que algunos profesionales obvian están aspectos como realizar la calibración en un espacio amplio, con una pared completamente blanca, en un piso estable y sin la interferencia de la luz solar.

Además de estas normas de obligado cumplimiento para lograr un resultado perfecto que garantice la seguridad posterior en el funcionamiento de los sistemas ADAS hay otra norma, que recuerda Carglass, que en ocasiones no se cumple.

"La recalibración se centra en llevar a cabo una evaluación y ajuste de los sensores y de las cámaras para que reciban las señales correctamente. Para ello, hay una serie de instrumentos de alta precisión que requieren para su uso una formación especial por parte de los técnicos que llevan a cabo el trabajo. En este procedimiento es clave tener en cuenta la identificación de los tres ángulos de orientación de la cámara, así como la altura a la que se instala la cámara", apuntan desde el departamento técnico de Carglass.

Los técnicos explican los graves riesgos para la seguridad que supone no atender a todos los requisitos para la recalibración y aseguran que "un mínimo desajuste puede suponer un accidente grave, por lo que es fundamental seguir a rajatabla las especificaciones necesarias".