"¿Sabéis qué va a pasar con los franquiciados de Ralarsa?"

Hay una pregunta que se repite sin cesar en las dos últimas semanas por parte de los franquiciados de Ralarsa de toda España. La venta de la empresa al grupo multinacional sueco Cary Group ha generado mucha incertidumbre entre los cristaleros de la red catalana y eso ha mutado en intranquilidad y nervios sobre el futuro.

"¿Sabéis que va a pasar con los franquiciados?". Esta pregunta nos la han transmitido varios franquiciados que sienten que no tienen información sobre los planes de futuro de los nuevos propietarios de la red.

Entre los franquiciados hay miedo a una posible reorganización de la red y muchos de ellos han comenzado a llamar a la puerta de redes rivales para tener información sobre un posible cambio de aires en caso de que los nuevos propietarios decidan reestructurar el mapa de talleres actual.

"No sabemos nada, solo nos han comunicado la venta y poco más. Nos gustaría que nos informaran con más detalle y tranquilizarnos. Con los compañeros que he hablado están igual de nerviosos porque no sabemos aún a qué atenernos para el futuro", nos señala un franquiciado andaluz.

Desde INFOLUNA hemos tranquilizado a esos talleres llenos de dudas sobre el futuro y les hemos indicado que la información que manejamos señala que, de momento, no hay planes de desmembramientos de talleres franquiciados, aunque no es descartable, ya que la nueva empresa propietaria analizará intensamente la red y es muy posible que busque la estructura más eficaz y rentable.

Al igual que hizo Carglass en su momento tras la compra de Guardian Express, los nuevos propietarios de Ralarsa estudiarán la organización y tomarán decisiones sobre el volumen final de talleres en toda España. Actualmente es Joan Jordi Arsalaguet junto a su padre Juan Alberto Arsalaguet los que están dirigiendo la empresa pero ese papel puede ser sustituido por un nuevo directivo elegido por Cary Group que puede cambiar el rumbo, pero esa opción aún no se ha decidido ni anunciado.

La estructura de Ralarsa se basa en un mix de talleres franquiciados y talleres propios que debe gestionar la empresa sueca que ha adquirido toda la estructura. Esa combinación puede adelgazarse en el futuro, ya sea con la reducción del número de talleres franquiciados o propios, siendo estos los que tienen más posibilidades de ser reducidos debido a los altos costes en locales, personal e impuestos que generan a la red catalana.

Ralarsa estará un tiempo manteniendo la misma dinámica e inercia de trabajo, pero a medio plazo se pueden producir importantes cambios en su gestión, composición y organización, por lo que el temor a corto plazo de los talleres franquiciados no es realistas pero la visión de posibles cambios a medio plazo sí tienen fundamento.