Los talleres señalan que el 'coste medio ampliado' que plantea Mapfre es "una línea roja que las redes no pueden aceptar de ninguna manera"

La noticia sobre la idea que manejan en las oficinas de Mapfre, la compañía líder en seguros de autos con un 20% de cuota (6 millones de vehículos), sobre la posible creación de un coste medio conjunto de sustitución de lunas y recalibración de cámara ha generado un enorme malestar y temor entre los talleres de lunas que ven esta propuesta, aún en fase inicial, en una seria amenaza para sus negocios.  

El que se conocería como 'coste medio ampliado' rebajaría notablemente la factura de las compañías de seguros que tiemblan ante la multiplicación de servicios de recalibración de cámaras de los sistemas ADAS de los vehículos.  

Aceptar esta fórmula significaría un auténtico suicido para los talleres de lunas y los cristaleros con los que hemos contactado coinciden en pedir que sus redes se muestren "fuertes para negarse a entrar en ese juego que buscan las aseguradoras para ahorrarse mucho dinero y seguir hundiendo a los luneros".   

En el sector consideran que negociar de manera conjunto ambos servicios tiene que ser una "línea roja que no se debe traspasar nunca". La diferencia de coste que maneja Mapfre y que ha abierto los ojos a otras compañías de seguros buscaría rebajar cerca de 50 euros en cada trabajo conjunto de cambio de lunas y calibración estática o dinámica.  

Este planteamiento de Mapfre con visos de ser replicada por el resto del sector asegurador busca evitar una subida de precios en la cobertura de lunas que actualmente no pasa de los 30 euros de media. Las aseguradoras reconocen que los costes con los sistemas ADAS generalizados va a disparar su factura con los siniestros de lunas y ese coste de solo 30 euros debería duplicarse o triplicarse o crear, como en Francia o Italia, la figura de la bonificación por la que se obligaría al asegurador a pagar unos 100 euros por cada sustitución del parabrisas y unos 150 si va añadida una calibración.  

Las aseguradoras quieren que sea el proveedor quien asuma el coste de la nueva tecnología y salvaguardar de ese coste a su asegurado, al que le ha acostumbrado a tener seguros a terceros con lunas por poco más de 200 euros cuando el cambio de una luna de un vehículo nuevo con sistema ADAS puede dispararse a 600 o 700 euros.  

A partir de ahora serán los directivos de las distintas redes quienes deben negociar con firmeza por evitar esta amenaza. "No podemos ceder nada más, cada vez nos exigen más cambio de nada y esto tiene que acabar o nos vamos todos a la quiebra".