Los talleres de lunas van a recibir mucho trabajo por un error típico que los conductores cometerán ante la nube de polvo sahariano que afecta a toda España

Un fenómeno meteorológico poco habitual va a generar un problema en los parabrisas de muchos vehículos, ya que la falta de información va a llevar a miles de conductores a cometer un error muy común que va a afectar seriamente al vidrio.   

Y es que la borrasca Celia puede convertirse en una amenaza no solo para las personas, sino también para los vehículos debido al polvo sahariano. El fenómeno de la calima, habitual en Canarias, se extiende por buena parte de la península y puede afectar la seguridad al provocar riesgo de accidentes por mala visibilidad así como averías y desperfectos en los coches.  

La borrasca 'Celia' pondrá en riesgo (aviso amarillo) o riesgo importante (aviso naranja) a diez comunidades autónomas por fenómenos meteorológicos adversos de viento, oleaje o nevadas, según prevé la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que espera una jornada lluviosa en buena parte del país. La AEMET pronostica que seguirá llegando polvo sahariano por lo que las precipitaciones en la Península y Baleares podrán ir acompañadas de barro y la visibilidad quedará reducida.  

Con esta invasión de polvo rojizo, las lunas y los filtros serán los elementos de los vehículos que se verán más afectados por la nube que ha arrastrado la fina arena del  sesierto del Sáhara. Los conductores deben seguir una serie de consejos para evitar desperfectos en sus vehículos como consecuencia del polvo.  Uno de esos consejos consiste en verter agua sobre la luna delantera y trasera de los vehículos antes de poner en marcha el coche y accionar los limpiaparabrisas para quitar el polvo depositado.    

Si no se toma esta precaución, es posible que se puedan rayar las lunas y más si los limpiaparabrisas están alfo desgastados. En ese caso la unión entre unas escobillas defectuosas y un polco seco adherido al vidrio podrá provocar rayones que provoquen una mala visibilidad y necesite de una solución.   

Esa solución pasa por el pulido del parabrisas, ya que los rayones convierten a la luna en un elemento muy inseguero, sobre todo de noche con los destellos de otros vehículos o de día cuando la luz es muy intensa.

Los talleres de lunas pueden aprovechar la combinación de ese polvo sahariano y el error habitual de accionar los limpiaparabrisas sin haber realizado una limpieza previa del parabrisas para ofrecer sus servicios de pulido de lunas o, en casos extremos, el cambio de la luna debido a la imposibilidad de tener una visibilidad segura pese a no existir ningún impacto o raja.

El problema con las ventanillas laterales

El polvo se instala también en las gomas de las ventanillas de los vehículos y si no se limpian antes de bajarlas y subirlas, lo más probable es que se raye el cristal. "No es un arañazo enorme pero si puede quedar levemente dañado", dice Javier Sainz técnico superior de automoción, que segura que "para evitarlo, una solución es soplar con fuerza y después limpiarlo con agua y jabón. Lo más importante es que el rayado del los cristales, ya sea del cristal delantero o trasero o de las ventanas, no lo cubren los seguros. Así que precaución con la calima", explica Sainz.