Un cristalero destapa un problema que va a ser común en el futuro y que va a condicionar el trabajo de los talleres de lunas
"He tardado 6 horas en calibrar bien un Nissan, pero solo cobraré una hora de trabajo de la aseguradora"
La calibración de cámaras en el parabrisas para restituir el correcto funcionamiento de los sistemas ADAS no es el futuro sino ya el presente de los talleres de lunas en todo el mundo. Ese servicio supone la consolidación de los especialistas de cristalería como un colectivo que se diferenciará, por fin, de aquellos que se dedican más a la chapuza que a la sustitución profesional de parabrisas. Sin embargo, no se trata de un servicio sencillo y cada modelo de vehículo tiene unas características que le convierten en un trabajo de calibración rápido y sencillo o largo y complicado.
Un caso claro de servicio de calibración arduo y lleno de obstáculos lo presenta Jon Laski, cristalero estadounidense propietario del taller City Autoglass en Minessota. Hace unos días le tocó realizar una calibración de un Nissan y lo que debería ser un trabajo de media hora o una hora normalmente se convirtió en una "pesadillas de 6 horas".
![[Img #22233]](https://infoluna.com/upload/images/05_2022/6332_nissan-1.jpg)
"Tardamos la mitad del día para hacer una calibración estática correctamente, pero es lo que hay que hacer. La seguridad es lo primero y si no se consigue que de los datos corecto habrá que repetirlo las veces que haga falta aunque la aseguradora no lo pague. Estamos jugando con la vida de los clientes", apunta Jon Laski.
![[Img #22235]](https://infoluna.com/upload/images/05_2022/5866_sumario-nisan-1.jpg)
El problema con este tipo de calibración que se complica es que el coste es el mismo a un trabajo de media hora: "La aseguradora no contempla que unas calibraciones sean más complicadas que otras o que un taller esté situado en una zona en la que se tarda, por ejemplo, más tiempo en hacer una calibración dinámica porque hay que salir a una carretera, ir a un mínimo de 80 por hora y sin apenas tráfico alrededor. Lo que tardes es tu problema y cobras lo mismo. Por eso digo que la calibración es una bendición para nosotros pero también tiene sus problemas con los que vamos a tener que enfrentarnos".
Este veterano cristalero estadounidense señala la enorme variedad de modelos para calibrar que complican el trabajo: "Este servicio va a requerir de buenos profesionales que sepan trabajar con las herramientas de diagnosis y consigan un resultado correcto. Nos estamos jugando mucho y si en lugar de seis como con ese Nissan se necesitan 8 o 10 horas pues se echarán las horas que hagan falta".
![[Img #22236]](https://infoluna.com/upload/images/05_2022/5977_sumario-nissan-2.jpg)
Algo en lo que coinciden todos los cristaleros es que los profesionales de los seguros no tienen información sobre la calibración y toca a los talleres "educarles y llevarles al taller para que vean lo importante que es realizar una buena calibración para que luego no haya riesgos en la conducción de los asegurados".
La calibración de cámaras en el parabrisas para restituir el correcto funcionamiento de los sistemas ADAS no es el futuro sino ya el presente de los talleres de lunas en todo el mundo. Ese servicio supone la consolidación de los especialistas de cristalería como un colectivo que se diferenciará, por fin, de aquellos que se dedican más a la chapuza que a la sustitución profesional de parabrisas. Sin embargo, no se trata de un servicio sencillo y cada modelo de vehículo tiene unas características que le convierten en un trabajo de calibración rápido y sencillo o largo y complicado.
Un caso claro de servicio de calibración arduo y lleno de obstáculos lo presenta Jon Laski, cristalero estadounidense propietario del taller City Autoglass en Minessota. Hace unos días le tocó realizar una calibración de un Nissan y lo que debería ser un trabajo de media hora o una hora normalmente se convirtió en una "pesadillas de 6 horas".
"Tardamos la mitad del día para hacer una calibración estática correctamente, pero es lo que hay que hacer. La seguridad es lo primero y si no se consigue que de los datos corecto habrá que repetirlo las veces que haga falta aunque la aseguradora no lo pague. Estamos jugando con la vida de los clientes", apunta Jon Laski.
El problema con este tipo de calibración que se complica es que el coste es el mismo a un trabajo de media hora: "La aseguradora no contempla que unas calibraciones sean más complicadas que otras o que un taller esté situado en una zona en la que se tarda, por ejemplo, más tiempo en hacer una calibración dinámica porque hay que salir a una carretera, ir a un mínimo de 80 por hora y sin apenas tráfico alrededor. Lo que tardes es tu problema y cobras lo mismo. Por eso digo que la calibración es una bendición para nosotros pero también tiene sus problemas con los que vamos a tener que enfrentarnos".
Este veterano cristalero estadounidense señala la enorme variedad de modelos para calibrar que complican el trabajo: "Este servicio va a requerir de buenos profesionales que sepan trabajar con las herramientas de diagnosis y consigan un resultado correcto. Nos estamos jugando mucho y si en lugar de seis como con ese Nissan se necesitan 8 o 10 horas pues se echarán las horas que hagan falta".
Algo en lo que coinciden todos los cristaleros es que los profesionales de los seguros no tienen información sobre la calibración y toca a los talleres "educarles y llevarles al taller para que vean lo importante que es realizar una buena calibración para que luego no haya riesgos en la conducción de los asegurados".
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