Glassdrive 'cambia' su modelo de negocio ante la catarata de bajas de talleres en su red

2022 no está siendo un buen año en general para el sector de lunas pero entre todas las redes la que más vaivenes y dudas entre sus integrantes está generando, como nos explican muchos de sus talleres, es Glassdrive. 

Las dudas sobre el futuro y el aumento de los materiales por encima de la media del sector han provocado una auténtica catarata de huida de centros desde comienzos de año que ha generado un problema a la central de la multinacional para garantizar una amplia cobertura a las aseguradoras en todo el territorio.  

El alto número de bajas de centros este año ha llevado a la central de Glassdrive  a cambiar en parte su habitual modelo de negocio y se ha sumado a la estrategia de convencer a talleres de chapa y pintura que habiliten una zona de sus instalaciones para situar la franquicia de cristalería que inició Glass talleres hace unos años y que tan poco convence a las aseguradoras.  

Mientras todos sus competidores, salvo Glass Talleres, siguen planteando un modelo de negocio tradicional abriendo franquicias y centros propios, Glassdrive están intensificando los contactos con talleres de chapa y pintura en varios puntos de España para reforzar su cobertura.  

Un caso claro de esa estrategia es la apertura del Taller Norberto en Mazarrón (Murcia), una comunidad que se ha visto debilitada y con la que ha buscado crecer a través de un taller especialista en carrocería que utilizará un pequeño espacio de sus instalaciones para convertirlo en un reduco de la cristalería del automóvil. 

"Comenzamos un nuevo proyecto para la reparación y sustitución de lunas de automóviles y vehículo industrial de la mano de Glassdrive para ser su centro en Mazarrón y comarca para dar servicio a todas las compañías aseguradoras….", anuncia el gerente de Talleres Norberto.  

El objetivo, además de mejorar la cobertura, es conseguir aumentar el número de calibraciones tanto en turismos como vehículo industrial, ya que el volumen de vehículos que entran a este centro es mucho mayor que el de un taller de cristalería y se pueden 'cazar' numerosos siniestros de lunas.

Como nos reconoce un veterano exgerente de un centro Glassdrive: "Qué tiempos aquellos en los que Glassdrive era el ejemplo a seguir y todos querían entrar a formar parte de la red. Ahora vale cualquier taller de chapa de un pueblo...".