Se disparan las 'ofertas' de fraude compartido de los asegurados a los talleres de lunas

"A mí no hay día que no me entre en el taller alguien que me ofrezca que le cambie una luna que no tiene ni un chinazo y me ofrece que nos repartamos el dinero", nos indica un cristalero andaluz.  

Tras escuchar esta afirmación, en INFOLUNA nos hemos puesto en contacto con más profesionales de otras regiones de España y todos coinciden en señalar que esta practica se está multiplicando.  

"En mi taller también vienen muchos asegurados que me dicen sin cortarse un pelo que cuánto dinero puedo darle si le cambio la luna. Que le de un martillazo o lo que quiera. Esto empieza a ser preocupante", indica un profesional de la zona de Valencia.  

Lo que no saben los asegurados que quieren convertirse en delincuentes es que ese ofrecimiento no supone ningún negocio para el cristalero. "Para un chapista o un taller oficial en el que trabaje gente con pocos escrúpulos puede ser un negocio redondo porque se pueden repartir fácilmente 400 euros cada uno pero para un taller de lunas es una ruina", apunta un lunero madrileño que reconoce que no le asombra "casi nada".  

La picaresca se está disparando en todos los sectores y el de lunas no es una excepción. Sin embargo, los asegurados desconocen la situación de "semiesclavitud" en la que trabajan los cristaleros. "Este es un sector de gente honesta pero si no lo fueran y alguien aceptara el ofrecimiento del que ofrece el fraude compartido acabaría perdiendo en muchos casos incluso 200 euros. Suena a chiste que ya no valgamos ni para robar porque no tenemos margen ni para eso", señala con ironía un profesional madrileño.  

Otra situación que están viviendo los cristaleros es que algunos asegurados que ofrecen ese fraude buscan venganza tras ver denegado su ofrecimiento. "A mí me ha llamado un corredor con el que tengo confianza que me dice que yo le he ofrecido un fraude a uno de sus clientes cuando ha sido todo lo contrario. Menos mal que me ha creído porque si no me vería en un problema muy gordo. Esto es serio y esperamos que pare porque es muy incómodo", nos señala un lunero andaluz que ha vivido una situación incómoda.