"Cada vez nos llegan más clientes que aseguran que tras cambiarles el parabrisas su coche está trantando de matarles"

España sigue estando a la cola de los países más avanzados de Europa en número de vehículos nuevos con sistemas avanzados de seguridad (ADAS), pero el número se multiplica cada año, con lo que el servicio de recalibración de cámaras tras la sustitución de parabrisas ha adquirido cada vez más importancia.   

Recalibrar es una obligación tras cambiar una luna que incorpora cámara para el funcionamiento de los sistemas ADAS, pero aún existen muchos talleres que, ya sea por ignorancia o mala praxis, realizan la sustitución y posteriormente no calibran. 

En España empieza a haber casos de clientes que llegan al taller especialistas de lunas con el problema de que algún taller de chapa u oficial que les ha cambiado la luna pero no les han informado de la necesidad de recalibrar la cámara. En ese caso, los sistemas ADAS si no se recalibra la cámara tras cambiar la luna, como nos reconoce un experto, "se vuelven locos y lo mejor es apagarlos para evitar un accidente, ya que se pueden activar de manera errónea y, por ejemplo, activar el freno de emergencia a gran velocidad o no hacerlo cuando debería y no evitar el accidente".   

En Estados Unidos, uno de los países con mayor desarrollo de vehículos con sistemas ADAS incorporados, los casos de clientes que llegan alarmados por el comportamiento de sus vehículos y que relatan que han tenido varios sustos tras acudir a un taller a cambiar la luna.   

"Es ya casi como una plaga. Cada vez tenemos más clientes que vinienen a nuestros talleres y dicen que les reemplazaron el parabrisas y ahora su automóvil está tratando de matarlos porque los llevá conduciendo hacia el tráfico que se aproxima y no pueden hacer nada", relata Thomas Patterson, director de desarrollo de nuevos productos y capacitación técnica de la red Glass Doctor. 

Patterson señala que en Estados Unidos, por ejemplo, la industria, organizaciones que incluyen el Consejo de seguridad de vidrios para automóviles (AGSC) y el Instituto nacional para la excelencia en el servicio automotriz (ASE), están trabajando juntas en un programa de certificación aplicable a toda la industria que determina qué técnicos están capacitados para realizar este servicio. "Las organizaciones coinciden en que este tema es de suma importancia ya que involucra la vida de las personas y no vale cualquier técnico para desarrollar ese trabajo", asegura Thomas Patterson.   

Muchos cristaleros estadounidenses denuncian que talleres con pocos escrúpulos están "engañando a los clientes y diciéndoles que no hace falta calibrar nada tras el cambio de la luna, que se hace solo después. Al acabar el trabajo no se responsabilizan de nada de lo que pase mientras los verdaderos profesionales damos una garantía de que esa calibración es perfecta y completamente segura. Deben ser las aseguradoras las que convenzan a sus clientes de que deben ir a centros con profesionales capacitados, los ADAS han cambiado por completo la manera de trabajar y las compañías de seguros deben darse cuenta de que están poniendo en riesgo la vida de sus asegurados si no se recalibra algo que para ellos antes era algo simple con el parabrisas".