La catástrofe de hace unos días en Girona hace público un problema con difícil solución y que irá a más
Si tienes un coche con sistemas ADAS y se rompe la luna tras una granizada tienes un grave problema
Los 10 minutos de tormenta de granizo que azotaron el martes de la semana pasada en La Bisbal d’Empordà (Baix Empordà) y los pueblos vecinos han dejado al menos unos 2.000 vehículos con lunas rotas o gravemente dañadas. El pedriscos alcanzó hasta 11centímetros de diámetro y velocidades superiores a los 100 km/h, según los meteorólogos, y destrozó cualquier vidrio que estuviera a su alcance.
Esta catástrofe meteorológica ha sacado a la luz un problema que se va a multiplicar en los próximos años. Y es que en este caso en el que se destrozan miles de lunas al mismo tiempo en un territorio reducido van a ser siempre las lunas más antiguas las que saquen ventaja frente a los vehículos que incorporan los sistemas ADAS. En el caso de los siniestros de lunas no queda más remedio que sustituir primero los parabrisas que no necesitan una posterior calibración de la cámara, ya que no existe espacio para poder trabajar con vehículos que necesitan reparar esa tecnología.
![[Img #22561]](https://infoluna.com/upload/images/09_2022/6918_granizo-1.jpg)
"Es que es imposible, para hacer una calibración necesitamos de un espacio en el taller que es imposible que podamos conseguir. Es más un trabajo de supervivencia que otra cosa. Las lunas más antiguas se arreglan rápido pero los clientes que tienen parabrisas con cámara y ADAS tienen que tener más paciencia y esperera a que aligeremos el trabajo con los coches más viejos", señala un técnico presente en la zona.
![[Img #22563]](https://infoluna.com/upload/images/09_2022/912_sumario-adas-1.jpg)
De hecho, de los 2.000 vehículos dañados unos 200 son de nueva generación y son los que van a ser reparados en última instancia. "No creo que haya un hueco para poder arreglar los parabrisas más modernos hasta mínimo dos semanas después de la granizada porque mientras no se queden libres los espacios del taller no se pueden poner ni los paneles ni trabajar con la herramienta de diagnosis", avisa un operario de cristalería a tope de trabajo actualmente.
Las aseguradoras se han encontrado con un problema nuevo en este caso, ya que no pueden tratar a todos sus clientes con igualdad y a los que tienen seguros más caros y vehículos más nuevos los tienen que mandar a la cola para poder solucionar su siniestro.
![[Img #22564]](https://infoluna.com/upload/images/09_2022/3220_sumarios-adas-2.jpg)
"La única solución sería llevarse los vehículos con sistemas ADAS con una grúa a talleres de Cataluña porque los asegurados no pueden circular con el parabrisas roto porque se exponen a una multa y a que les dejen retenido el vehículo. Esa opción es complicada porque obliga al cliente a trasladarse a muchos kilómetros a recoger el vehículo y no parece muy viable", nos asegura un corredor de seguros catalán.
Esos 200 propietarios de vehículos que necesitan que se calibren sus cámaras tras el cambio de la luna están a la espera de que les den una cita, ya que hasta que no se vayan liberando de trabajo los técnicos de distintas redes presentes en la zona no será posible trabajar con sus vehículos.
"Necesito el coche para ir a trabajar pero no me dan una solución, me dicen que necesita ser calibrada la cámara y no se puede hacer sin una condiciones muy particulares. Me veo mucho tiempo sin poder conducir porque lo que hay ahora es un caos, esperemos que me den una solución rápida pero no tengo muchas esperanzas de que me den una respuesta hasta dentro de una semana o dos mínimo. Somos asegurados de segunda parece", aseguraba un perjudicado por la granizada.
Los 10 minutos de tormenta de granizo que azotaron el martes de la semana pasada en La Bisbal d’Empordà (Baix Empordà) y los pueblos vecinos han dejado al menos unos 2.000 vehículos con lunas rotas o gravemente dañadas. El pedriscos alcanzó hasta 11centímetros de diámetro y velocidades superiores a los 100 km/h, según los meteorólogos, y destrozó cualquier vidrio que estuviera a su alcance.
Esta catástrofe meteorológica ha sacado a la luz un problema que se va a multiplicar en los próximos años. Y es que en este caso en el que se destrozan miles de lunas al mismo tiempo en un territorio reducido van a ser siempre las lunas más antiguas las que saquen ventaja frente a los vehículos que incorporan los sistemas ADAS. En el caso de los siniestros de lunas no queda más remedio que sustituir primero los parabrisas que no necesitan una posterior calibración de la cámara, ya que no existe espacio para poder trabajar con vehículos que necesitan reparar esa tecnología.
"Es que es imposible, para hacer una calibración necesitamos de un espacio en el taller que es imposible que podamos conseguir. Es más un trabajo de supervivencia que otra cosa. Las lunas más antiguas se arreglan rápido pero los clientes que tienen parabrisas con cámara y ADAS tienen que tener más paciencia y esperera a que aligeremos el trabajo con los coches más viejos", señala un técnico presente en la zona.
De hecho, de los 2.000 vehículos dañados unos 200 son de nueva generación y son los que van a ser reparados en última instancia. "No creo que haya un hueco para poder arreglar los parabrisas más modernos hasta mínimo dos semanas después de la granizada porque mientras no se queden libres los espacios del taller no se pueden poner ni los paneles ni trabajar con la herramienta de diagnosis", avisa un operario de cristalería a tope de trabajo actualmente.
Las aseguradoras se han encontrado con un problema nuevo en este caso, ya que no pueden tratar a todos sus clientes con igualdad y a los que tienen seguros más caros y vehículos más nuevos los tienen que mandar a la cola para poder solucionar su siniestro.
"La única solución sería llevarse los vehículos con sistemas ADAS con una grúa a talleres de Cataluña porque los asegurados no pueden circular con el parabrisas roto porque se exponen a una multa y a que les dejen retenido el vehículo. Esa opción es complicada porque obliga al cliente a trasladarse a muchos kilómetros a recoger el vehículo y no parece muy viable", nos asegura un corredor de seguros catalán.
Esos 200 propietarios de vehículos que necesitan que se calibren sus cámaras tras el cambio de la luna están a la espera de que les den una cita, ya que hasta que no se vayan liberando de trabajo los técnicos de distintas redes presentes en la zona no será posible trabajar con sus vehículos.
"Necesito el coche para ir a trabajar pero no me dan una solución, me dicen que necesita ser calibrada la cámara y no se puede hacer sin una condiciones muy particulares. Me veo mucho tiempo sin poder conducir porque lo que hay ahora es un caos, esperemos que me den una solución rápida pero no tengo muchas esperanzas de que me den una respuesta hasta dentro de una semana o dos mínimo. Somos asegurados de segunda parece", aseguraba un perjudicado por la granizada.
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