"Todos los reparadores coincidimos en que lo que está haciendo Reparabrisas en Valladolid es una presunta incitación al fraude"

"Todos los reparadores de Valladolid coincidimos en que lo que está haciendo Reparabrisas en Valladolid es una presunta incitación al fraude". Así se expresa un profesional de la cristalería que padece, como el resto de la competencia, una peculiar promoción que está "desatando la locura" entre los jóvenes de una zona de las afueras de Valladolid repleta de jóvenes.   

¿A qué chaval no le va a convencer que le den 20 euros para gastar en cubatas en un lugar de moda durante el fin de semana? Eso está pasando en la Urbanización Casasola, una zona de más de 700 chalets a solo 3 kilómetros de Valladolid. Reparabrisas ofrece 20 euros para gastar  en el conocido como ' Chiringuito de Casasola' y ese reclamo se ha convertido en un éxito.  

La competencia de Reparabrisas en la zona tiene claro que este tipo de promoción puede convencer a muchos asegurados para cometer un fraude "para buscar los 20 euros que les arreglen la fiesta del finde".  

De hecho, en la promoción activada el pasado domingo 18 de septiembre se pudo comprobar el interés por conseguir los 20 euros para tomar cubatas. "Este reparador no ha tenido nunca tanta cola para hacer reparaciones como la que ha conseguido con esta promoción. Todos son chavales de la zona que quieren los 20 euros. Lo que no sabemos es si había tantos chinazos en las lunas antes de conocer el regalito".  

El 'Chiringuito de Casasola' está encantado porque le llegan más clientes y, realmente, su gasto no es de 20 euros ni muchos menos. En este caso ambos ganan y el cliente está encantado. El que pierde es el sector que tira por los suelos su reputación con tal de convencer a clientes "de que reparar bien vales unos cubatas"   Esta promoción no es nueva, ya que en los últimos tres meses se ha repetido con éxito en varias ocasiones.

Lo más sorprendente es la indiferencia de las compañías de seguros que no han reaccionado pese a que se "deben estar disparando las reparaciones en una zona donde antes había solo unas pocas".  

En lo que coinciden los reparadores es que "este tipo de promociones no solo perjudican a la competencia porque se pierden trabajos sino por la mala fama que deja al sector y el peligro de que las aseguradoras piensen que se pueden pagar 20 euros a un cliente es posible que estén pagando demasiado por este servicio". 

"Reparar es un trabajo serio y debemos cuidar la imagen. Es muy complicado convencer a los clientes e intentamos hacerles ver que es mejor reparar que sustituir porque es más ecológico, rápido y evita ciertos problemas y es verdad que ofrecemos gratos unas escobillas o un tratamiento antilluvia pero recurrir a dinero para salir de fiesta en una zona llena de chavales es feo y nos deja mal como profesionales, además de que supone una presunta incitación al fraude", sentencia un reparador al conocer esta promoción.