Cary Group acaba con la histórica 'ley del silencio' que impuso hace décadas entre su plantilla la familia Arsalaguet en Ralarsa

Un año después de la compra de Autocristal Ralarsa por parte de la multinacional sueca Cary Group algunas cosas están cambiando, aunque otras, por desgracia para el resto del sector, se mantienen y tienen estancadas las negociaciones de las distintas redes para conseguir mejores costes medios.  

INFOLUNA ha podido comprobar de primera mano tras hablar con algunos trabajadores de la red catalana que ahora controlan financieramente desde Suecia, es la manera que tiene desde haca unos días su plantilla de relacionarse con la dirección.  

Tras cuatro décadas en la que ha imperado una especia de "ley del silencio", Cary Group ha decidido acabar con esas formas de gestionar las relaciones laborales clásica de la familia Arsalaguet, que, como nos explica un antiguo trabajador, " se basaba en el ordeno y mando. Ellos decidían y a ti como currante no te quedaba más remedio que obedecer".  

El estilo sueco de relacionarse con los trabajadores dista mucho de la manera que han defendido los Arsalaguet desde hace cuatro décadas. En Cary Group creen que es importante saber escuchar las quejas de sus trabajadores y han activado un proceso de escucha que está teniendo una gran respuesta entre la plantilla.   Eso sí, para evitar posibles represalias por parte de directirvos de la vieja escuela, nos indican que las demandas realizadas por los trabajadores se mandan a una dirección controlada por ejecutivos de Cary Group que reciben la queja, la propuesta de mejora o la demanda en cuestión de manera anónima y a partir de ahí se estudia y se decide si es posible mejorar la situación del trabajador.  

Este proceso no ha hecho mucha gracia a Joan Jordi Arsalaguet, que aún gestiona la empresa aunque ahora como asalariado y no accionista, ya que en cary Group se han encontrado con una avalancha de crítica ssobre su manera de imponer sus decisiones sin escuchar apenas a sus trabajadores.  

De este proceso ha surgido un cambio que han valorado muy positivamente los trabajadores. Joan Jordi Arsalaguet les obligaba a recuperar todos los minutos que, según él, se perdían fumando o tomando el aire fuera del taller. "Si tenías una jornada de ocho horas y gastabas media hora fumando, por ejemplo, te obligaban a fichar ocho horas y media de trabajo. Ahora la gente de Cary Group nos permite esa media hora de descanso sin castigarnos saliendo media hora más tarde cada día como hacía Joan Jordi Arsalaguet".  

El objetivo de los ejecutivos de la multinacional sueca es mejorar la vida de sus empleados y conseguir un compromiso que consideraban era muy complicado de alcanzar con la estrategia de Joan Jordi Arsalaguet.  

En la empresa sueca han animado a su plantilla a que sigan enviando sus quejas, demandas, peticiones etc... que sirvan para acabar con una forma de trabajar que era muy incómoda para muchos trabajadores y amenazaba con hacer que muchos trabajadores buscaran otras alternativas en el mercado.