"Todos conocemos a un mediador que se va de crucero cada verano gracias a los siniestros de lunas"

Ofrecer incentivos a los mediadores y corredores con atractivos planes de fidelización que les aporten regalos en forma de viajes, tarjetas regalo como promociona Ralarsa con su programa  MiRLS es algo completamente legal por parte de la empresa de cristalería del automóvil pero supone una ruptura con el código ético que imponen las aseguradoras a sus profesionales en su relación con los proveedores.  

De hecho, un mediador madrileño nos confirma que "es algo completamente prohibido desde la compañía pero que hacen la mayoría de los profesionales de la mediación porque se consideran mal pagados y buscan un extra en forma de regalos por parte de los proveedores. En mi caso tengo claro que enviaré siniestros a los talleres que mejor trabajen no los que más regalos me den".  

El tema de los regalos a los mediadores y corredores es algo que lleva años en el sector de lunas y, como nos confirma un veterano cristalero madrileño "hay algunos que te llegan a pedir 50 euros como me ha pasado a mí para mandarte un coche. Es cierto que son más los corredores los que te piden este 'impuesto' que los mediadores pero eso te condiciona y tienes que entrar porque si no lo pagas tú lo pagará otro".   

Un cristalero andaluz va más lejos y comenta el caso extremo: "Conozco a un mediador,y mis compañeros seguro que también conocen a alguien así,  que sabe que cada verano se puede ir de crucero con la familia con todo el trabajo que envía a algunos talleres. El programa de fidelización es muy generoso con él y tiene claro dónde tiene que mandar a sus clientes".   

El sector de lunas en la última década ha visto cómo para trabajar hay que sacrificar cada vez más el margen en cada trabajo porque "hay que intentar captar al cliente con regalos por parte del taller y luego llegan los corredores y mediadores pidiendo también su parte. Es una situación vergonzosa difícil de romper".  

La llegada de los vehículos con ADAS ha provocado un incremento de esas peticiones por parte de los corredores. "Ahora los mediadores y corredores saben que nos llevamos un extra con la calibración y si tienen muchos clientes en su cartera con cámaras pues aprovechan para pedir algo más. Esto es como un bazar en el aunque lo odies no te queda más remedio que entrar", nos explica un cristalero andaluz.