El criatalero devela una tarifa que considera "un insulto para un trabajo que merece un respeto"

El caso de un taller de lunas valenciano con un descendente que demuestra la falta de respeto de las aseguradoras con el trabajo de los cristaleros

El porcentaje de resolución de siniestros de lunas relacionados con los descendentes no llega al 20%, pero se trata de un trabajo laborioso, complicado y que, en muchos casos, requiere de mucho tiempo.  

 

 

 

 

Sin embargo, desde hace muchos años los profesionales del sector de cristalería del automóvil denuncian la falta de respeto que demuestran las aseguradoras a la hora de tarificar este servicio.   Además, se trata de un siniestro que genera mucha ansiedad en el cliente, ya que tener una ventanilla rota supone un grave riesgo por lo que se busca una solución con urgencia. Arreglar ese problema rápidamente por parte de un especialista de lunas termina generando un aporte clave para fidelizar al cliente con su asegura.

 

 

 

A pesar de eso, la respuesta de las compañías de seguros es pagar generalmente "una miseria", como nos dicen muchos cristaleros.  

 

 

 

 

 

 

 

Dentro de esa situación de bajísima tarificación desde Valencia nos llega un caso sangrante. Un cristalero nos indica que hace unos días le pagaron "17 euros por un descendente. No me lo podía creer, es un insulto que te paguen ese precio pero pasa y creo que no seré el único que ha visto algo parecido. Este trabajo merece un respeto y no lo veo por ningún lado".  

 

 

 

 

 

 

Este cristalero, como ya han denunciado muchos compañeros de profesión, señala que la sustitución del descendente "nunca ha sido un trabajo bien pagado, pero cobrar 17 euros no tiene nombre".   

 

 

 

 

 

"Las aseguradoras y los peritos creo que no tienen ni idea del trabajo que conlleva cambiar un descendente. Lo pagan como casi una propina. Se necesita formación y tiempo y eso no se paga. Eso sí, el mediador y el corredor de turno te meten prisa para que lo arregles para quedar bien con su cliente", explica el lunero valenciano.  

 

 

 

 

 

Este afectado por un criterio equivocado por parte de las compañías de seguros cree que "50 euros ya sería una tarifa baja, pero 17 es reírse en nuestra cara. Es verdad que no todas las aseguradoras son así, pero cada vez nos aprietan más para reducir costes y este servicio lo ven como algo residual y sencillo que no merece mucho dinero y están completamente equivocados".