Llega el 'impuestazo' de las gasolineras a los reparadores de lunas que buscan hacer negocio en sus instalaciones

Si hay un lugar donde los reparadores de lunas saben que pueden conseguir un algo número de servicios si montan un evento son las gasolineras. Conseguir un hueco en uno de esos negocios es una salvoconducto clave para los profesonales de la cristalería.  

Los reparadores lo saben pero las gasolineras no son ajenos a esa necesidad de los cristaleros. Por eso desde hace años buscan sacar una rentabilidad a esos acuerdos con exigencias que deben cumplir los reparadores para estar 8 horas estacionados en algún lugar de la estación de servicio.  

El principal requisito para poder trabajar dentro de una gasolinera intentando convencer al cliente de que necesita una reparación de lunas pasa por conseguir que el ptencial cliente gaste dinero en combustible. Cada vez es más habitual poner un límite en el gasto de combustible para poder recibir un obsequio como puede ser un tratamiento antilluvia o el cambio de las escobillas.  

Eso era hasta ahora...porque como demuestra un evento de Ralarsa Villarobledo  (Albacete). Ha llegado el 'impuestazo' de las gasolineras para los cristaleros. Si el profesional de la reparación de lunas quiere estar trabajando en esa ubicación no solo tiene que ser atractivo para el cliente ofreciendo regalos diversos sino que uno de esos regalos debe tener una doble función: ayudar al cliente e incrementar los ingresos de la gasolinera.  

Ralarsa Villarobledo debe pagar 10 euros en combustible a  la estación de Repsol en esa localidad albaceteña por cada cliente al que realice una reparación en su parabrisas.   

Finalmente es lo que los americanos llaman 'win to win'. Si tu ganas yo gano. Por cada reparación se rebaja el margen de ganancia que recibe el cristalero por parte del cristalero pero compensa porque esos eventos suelen ser rentables por el alto número de reparaciones que suelen conseguirse y las gasolineras han buscado una manera de 'sacar tajada'.  

Los tiempos cambian y ahora le toca al cristalero rascarse el bolsillo si quiere trabajar en este tipo de negocios que de esta manera alquilan ese hueco si el cristalero quiere aprovechar a los clientes que llegan ese día para llenar el depósito.