"Las aseguradoras miran a otro lado mientras el mercado se está llenando de lunas chinas que no encajan, dejan pasar todo el calor, chirrían como gatos a 80 km/h y son un peligro en caso de una calibración"

Un veterano cristalero levantino nos explica una situación que le genera indignación pero que se está multiplicando en el sector de la cristalería del automóvil desde que se dispararon los precios del material y los profesionales del sector no encontraron una respuesta por parte de las aseguradoras que ayudara a contener el impacto de esa subida de tarifas.   

"Las aseguradoras están mirando para otro lado. Los que trabajan en esas empresas no son tontos y saben que con los costes medios que mantienen y con la escasa subida que han aplicado en los tres últimos años no hay manera de que se les resuelvan los siniestros con materiales de calidad", señala este profesional.   

Él reconoce que prefiere "ganar menos y no engañar al cliente. En 20 años en este sector nunca he sacrificado el margen por darle mala calidad al cliente pero entiendo que muchos compañeros han tenido que tomar esa decisión para poder sobrevivir en una situación muy jodida".  

Este cristalero indignado se refiere a la proliferación de un vidrio chino que está ganando mucho terreno y que considera "un claro engaño al cliente. No voy a decir la marca pero todos saben a quien me refiero. Es una marca china muy española y habló con conocimiento de causa cuando digo que no merece la pena y que me da vergüenza poner ese parabrisas a uno de mis clientes".   

El veterano profesional explica las diferencias que son "gigantescas con una marca de primer nivel como Sain Gobain, Pilkington o AGC. A mí me han llegado varias lunas de esa marca que cada vez es más habitual. son lunas que no encajan, dejan pasar todo el calor, chirrían como gatos a 80 km/h y son un peligro en caso de una calibración".   

Otro problema con este material es que "son más finas que las lunas de calidad y a la mínima se rajan, ya sea por un chinazo o por la mierda de tolerancias que tienen y que provocan roturas".  

El profesional levantino recuerda una parabrisas chino de esa marca que "tofos conocen y cada vez más compran que decía que era verde y de verde nada, era blanquísimo. Lo devolví y dije que jamás me volvieran a mandar nada de ese fabricante. El cliente que se va con una sustitución con ese nivel de calidad luego se asa de calor y se cabrea con razón, pero a la aseguradora le vale porque le sale baratito y si el cliente se queja nos llama y ya nos obligará a poner una luna mejor".