La plantilla de Glavista reconoce que "la situación de la fábrica es crítica"

La mítica fabrica de parabrisas de Llodio donde desde donde han salido millones de piezas de vidrio hacia los talleres de cristalería del automóvil desde hace décadas se acerca a su fin. 

El comité de empresa de Glavista, como recoge el diario El Correo,  ha mostrado su preocupación por la situación de los 240 trabajadores de la planta llodiana dedicada a la fabricación de parabrisas. "La situación es crítica", han señalado.

Aseguran que hoy mismo deberían haberse incorporado al trabajo después de que el juzgado adjudicara la empresa, que se encuentra en concurso de acreedores, a la sociedad Amine OPCO, creada por el antiguo directivo de Guardian, Javier García. Se quejan de que "la fábrica sigue cerrada y sin visos de abrir. Y ya son ocho meses de espera. La situacion es insostenible", ha explicado el comité, liderado por ELA.

Según han explicado en un comunicado, las conversaciones se han estancado en "la compra-venta de terrenos de la fábrica", que pertenecen a Guardian Glass, la matriz de Glavista, dado que ambas empresas pertenecían a la misma propiedad hasta que se dividió en dos secciones; la de vidrio plano para construcción que se fabrica en el horno 'float' y la de parabrisas.

Las previsiones se la plantilla son pesimistas. "Las alejadas posiciones de unos y de otros, así como las opuestas versiones que dan unos y otros actores del proceso, hacen prever un final de este largo proceso, agónico y desastroso para los intereses de los de siempre, los y las trabajadoras de Glavista", han explicado.

El Comité de Empresa termina haciendo un llamamiento «a las partes y a todos los actores de este entuerto a sentarse a negociar y resolver de una vez por todas el futuro de la fábrica de parabrisas de Llodio. El objetivo debe ser sin niguna duda, la puesta en marcha de la actividad y el mantenimiento del empleo", han reclamado.

Glavista fue adquirida por el fondo de inversión suizo Parter Capital Group AG en mayo de 2020 y está en concurso de acreedores desde principios de este año pero todo apunta a un futuro sin la mítica fábrica, salvo un giro radical en las negociaciones para su compra.