La jugada maestra de Guardian con Glavista para despedir sin pagar un céntimo a 240 trabajadores y mantener en su poder el valioso terreno de la fábrica

La compañía estadounidense Guardian quería cerrar como fuera la fábrica de Llodio porque le suponía pérdidas pero el coste de  esa decisión suponía muchos millones de euros que no estaba dispuesta a asumir. Ante esta tesitura surgió una idea, según denuncia el sindicato ELA, que suponía una jugada maestra, ya que vendía sin ganar ni un céntimo a un fondo de inversión pero a cambio se ahorraba las indemnizaciones por despido así como las deudas que arrastraba la fábrica.   

Tres años después de cerrar esa operación, Glavista es un fiasco y los trabajadores ven como su futuro es cada día más negro con la amenaza de la liquidación definitiva de la empresa y el fondo de inversión desaparecido y sin ninguna intención de solucionar la deuda de 17 millones que aceptó pagar cuando se hizo como propietario de la legendaria fábrica alavesa.  

La situación parecía encontrar una solución al aparecer un comprador pero Guardian se niega a venderle los terrenos donde se ubica Glavista. El sindicato ELA considera que la orden de no vender los terrenos de la fábrica al posible comprador de Autoglas-Glavista procede de la dirección estadounidense de Guardian. En concreto, el sindicato ha puesto su responsabilidad sobre lo que está ocurriendo en Ron Vaupel, líder mundial de Guardian. "Este personaje ha decidido no dar salida al nuevo proyecto de Glavista", han denunciado los representantes de los trabajadores a través de las redes sociales, «lo que hace que estemos en la cuenta atrás para ser despedidos». 

ELA ha hecho público un comunicado en el que denuncia la estratagema utilizada por Guardian para vender y salir muy beneficiado económicamente pese a no recibir ni un céntimo de pago a cambio: