¿Has visto alguna vez un cambio de lunas que sume tantas ilegalidades y ausencia de normas básicas en un profesional de cristalería del automóvil?

En ocasiones hay clientes a los que habría que atar en corto y avisarles que en su afán por demostrar lo agradecidos que están por un determinado servicio realizado por una empresa pueden perjudicar la imagen del negocio.

Este es el caso de Carpintería Ruiz Rojas, una empresa de la localidad de Alhama de Granada, a quien unos técnicos de Glassdrive le resolvieron un urgente problema en el parabrisas de su furgoneta. Ese servicio se realizó con una unidad móvil pero en este proceso se incumplieron numerosas normas y se cometieron varias ilegalidades que, por suerte para los técnicos y su taller, no tuvieron penalización.

Pocas veces se puede ver una sustitución de lunas donde se comprueba con facilidad una lista tan larga de 'chapuzas' que dejan en mal lugar al profesional y a la red de cristalería del automóvil a la que pertenece.

Los técnicos de Glassdrive acudieron a la pequeña localidad granadina e incumplieron la ley que obliga a cualquier servicio fuera de la vía pública.

La segunda ilegalidad es que realizan el cambio del parabrisas en una zona sin techar, algo que es obligatorio.

La tercera ilegalidad es que sitúan el parabrisas que se va a utilizar para sustituir la luna agrietada en plena acera, con lo que impiden el paso de peatones.

A partir de ahí comienzan los errores técnicos que tienen que ver con los riesgos laborales, ya que los técnicos se saltan el uso de los elementos EPI de manera flagrante, ya que no usan guantes ni gafas profesionales.

Este ejemplo chapucero deja en mal lugar a la red multinacional francesa, ya que se promocionan sus servicios con uno estándares de calidad que claramente no se cumplen con trabajos como este.