"¿Cuánto cobras?, si te vienes a mi taller de lunas te doy un 30% más y mejor horario"

Encontrar técnicos de lunas bien formados y con experiencia se ha convertido en una misión imposible durante el último año. Cuando un taller pierde a uno de sus técnicos le cuesta muchísimo poder encontrar a alguien que supla esa baja con un profesional con una trayectoria y conocimiento fiable.

De hecho, ya se ha estandarizado en el sector de lunas las ofertas de empleo como montador de lunas que no exigen ningún tipo de formación ni experiencia y en las que se especifica que el aprendizaje correrá a mano del taller.

Durante 2023 se ha extendido, además, otra forma de contratación de técnicos de lunas que se basa en el ofrecimiento de ofertas de trabajo atractivas para que un técnico que trabaja en algún taller de cristalería del automóvil en la zona de influencia del taller cambie de centro de trabajo.

Así nos lo confirma un cristalero de la zona de Castilla: "Estos es desesperante, en mi caso he formado durante un año a dos chavales y un taller de la competencia les ha ofrecido un 30% más de sueldo y mejor horario para llevárselos".

Ante esta 'opa' del taller de la competencia este cristalero tuvo que tomar una decisión: "En mi zona es muy complicado encontrar técnicos con alguna experiencia así que no me quedó más remedio que subirles el sueldo a los dos trabajadores porque me la estaba jugando, era una época con mucho trabajo y no me podía permitir buscar a nuevos técnicos, así que decidí ganar menos y garantizar que mantenía a trabajadores que saben de esto".

Esta tendencia de ofertas para captar trabajadores de otros talleres se extiende a toda España y está haciendo que los buenos técnicos de lunas estén convirtiéndose en objeto de deseo por parte de los talleres necesitados de trabajadores.

El problema es que los talleres más pequeños y con menos facturación se encuentran en una situación de inferioridad respecto a otros más poderosos, por lo que la situación de algunos talleres va a ser mucho más frágil en 2024 ante una situación laboral que no tiene visos de cambiar.

Otro cristalero nos comenta que en su caso no podía hacer frente al aumento de sueldo que le ofrecían a un trabajador con cinco años de experiencia: "No me podía creer la oferta que me presentaba mi trabajador, era mucho más de lo que yo podía pagarle y entiendo que se vaya. Ahora me toca enseñar durante meses a otro chaval en el caso que tenga suerte y llegue pronto gente interesada por trabajar".