Paco, cristalero independiente, reconoce que cada vez son mayores diferencias de calidad que hay entre ciertos vidrios del mercado pero los profesionales "no tienen margen de maniobra"
"Los cristaleros no somos tontos, sabemos lo que hacemos al poner vidrio chino barato, pero nuestros hijos tienen que comer"
En los últimos cinco años ha existido una auténtica revolución en el sector de la cristalería del automóvil. El crecimiento de la presencia de los sistemas ADAS en los parabrisas de los vehículos ha generado una carrera tecnológica que ha agrandado la distancia entre los fabricantes de primer equipo y recambio original y los fabricantes aftermarket, sobre todo algunos procedentes de Asia.
A las habituales diferencias de calidad del pasado ahora se ha sumado una consecuencia grave, ya que el uso de ciertas piezas de dudosa calidad pueden provocar graves consecuencias de seguridad, al no contar con las características necesarias para garantizar el buen funcionamiento de los sistemas ADAS tras una sustitución del parabrisas y la consiguiente calibración.
![[Img #23917]](https://infoluna.com/upload/images/02_2024/8505_sumario-calidad-1.jpg)
Como reconoce Paco, un cristalero independiente que se ha puesto en contacto con INFOLUNA, "los cristaleros no somos tontos, sabemos que cada vez hay más diferencia entre unas marcas y otras pero no tenemos margen de maniobra y no nos queda más remedido que 'engañar' al cliente con el material que no se merece".
![[Img #23914]](https://infoluna.com/upload/images/02_2024/234_calidad-1.jpg)
El problema es que la revolución tecnológica en la cristalería del automóvil no ha venido acompañada de una revolución en los costes: "La culpa del uso de vidrio chino o de países del tercer mundo es de las aseguradoras. A mi cliente me gusta darle lo mejor pero antes que eso está poder dar de comer a mis hijos".
Entre los cristaleros los hay que se niegan a usar ciertas piezas por su escasa calidad "pero esos son los menos. Si puedes ganarle 30 o 40 euros a cada trabajo y con la que está cayendo, ni te lo piensas y tiras palante porque hay muchos gastos fijos y las compañías de seguros son incapaces de mirar por sus asegurados pagando calidad".
![[Img #23918]](https://infoluna.com/upload/images/02_2024/6435_sumario-calidad-2.jpg)
"Si me pagas Pilkington o Saint Gobain, yo pongo Pilkington o Saint Gobain, pero si me pagas Xinyi, pues pongo Xinyi. Sé que no es lo más ético y profesional, pero no podemos hacer otra cosa. Si a la aseguradora no le importa lo que se le ofrece al cliente ¿por qué voy a ser yo quien se juegue el futuro de mi negocio? Con 20 o 30 euros más en cada trabajo seguro que la gente dejaba de poner material chusco, pero hasta que eso no pase se va a seguir viendo mucho vidrio chino en los talleres", reconoce este cristalero independiente".
Paco recuerda una conversación reciente con un perito con el que tiene una buena relación de más de una década que demuestra lo que se vive en el sector: "Me dijo que a él solo le piden precio y que a la compañía de seguros le da igual lo que se ponga mientras le cuadren las cuentas. Así que queda claro que hay vía libre para seguir trabajando con material poco recomendable para nuestro prestigio, pero es lo que hay...".
En los últimos cinco años ha existido una auténtica revolución en el sector de la cristalería del automóvil. El crecimiento de la presencia de los sistemas ADAS en los parabrisas de los vehículos ha generado una carrera tecnológica que ha agrandado la distancia entre los fabricantes de primer equipo y recambio original y los fabricantes aftermarket, sobre todo algunos procedentes de Asia.
A las habituales diferencias de calidad del pasado ahora se ha sumado una consecuencia grave, ya que el uso de ciertas piezas de dudosa calidad pueden provocar graves consecuencias de seguridad, al no contar con las características necesarias para garantizar el buen funcionamiento de los sistemas ADAS tras una sustitución del parabrisas y la consiguiente calibración.
Como reconoce Paco, un cristalero independiente que se ha puesto en contacto con INFOLUNA, "los cristaleros no somos tontos, sabemos que cada vez hay más diferencia entre unas marcas y otras pero no tenemos margen de maniobra y no nos queda más remedido que 'engañar' al cliente con el material que no se merece".
El problema es que la revolución tecnológica en la cristalería del automóvil no ha venido acompañada de una revolución en los costes: "La culpa del uso de vidrio chino o de países del tercer mundo es de las aseguradoras. A mi cliente me gusta darle lo mejor pero antes que eso está poder dar de comer a mis hijos".
Entre los cristaleros los hay que se niegan a usar ciertas piezas por su escasa calidad "pero esos son los menos. Si puedes ganarle 30 o 40 euros a cada trabajo y con la que está cayendo, ni te lo piensas y tiras palante porque hay muchos gastos fijos y las compañías de seguros son incapaces de mirar por sus asegurados pagando calidad".
"Si me pagas Pilkington o Saint Gobain, yo pongo Pilkington o Saint Gobain, pero si me pagas Xinyi, pues pongo Xinyi. Sé que no es lo más ético y profesional, pero no podemos hacer otra cosa. Si a la aseguradora no le importa lo que se le ofrece al cliente ¿por qué voy a ser yo quien se juegue el futuro de mi negocio? Con 20 o 30 euros más en cada trabajo seguro que la gente dejaba de poner material chusco, pero hasta que eso no pase se va a seguir viendo mucho vidrio chino en los talleres", reconoce este cristalero independiente".
Paco recuerda una conversación reciente con un perito con el que tiene una buena relación de más de una década que demuestra lo que se vive en el sector: "Me dijo que a él solo le piden precio y que a la compañía de seguros le da igual lo que se ponga mientras le cuadren las cuentas. Así que queda claro que hay vía libre para seguir trabajando con material poco recomendable para nuestro prestigio, pero es lo que hay...".
Voila | Miércoles, 21 de Febrero de 2024 a las 23:03:08 horas
Al final se está echando de menos a Guardian/Glavista, lo mejor en relación Calidad/Precio
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