Urge la creación de una asociación que acabe con el trato de la administración a los talleres de lunas
Las administraciones locales consideran nuestro sector igual al de chapa y pintura y eso puede suponer enormes gastos y sanciones para ser legales
La unión
hace la fuerza. No es una simple e inútil frase tópica. En muchos casos, como
en el del sector de la cristalería del automóvil es una necesidad perentoria.
Los talleres de lunas se enfrentan a una situación que puede abocar al cierre de
muchos negocios en 2011 debido a la imposibilidad de hacer frente a las
exigencias de los ayuntamientos. Exigencias que se traducen en muchos miles de
euros en una coyuntura como la actual en la que cualquier eventualidad en gasto
no contemplado en un principio alteraría la supervivencia del negocio.
Estamos
hablando de un gasto de hasta 50.000 euros para que un taller de lunas sea
legal a ojos municipales. Una situación que tiene nula solución si los
cristaleros hacen la guerra por su cuenta y no actúan de manera global y
unificada ante las instituciones. Cristaleros de Madrid o Barcelona ya saben lo
que cuesta la placa de licencia industrial y más de uno ha visto la sombra del
cierre ante los grandes gastos de reforma que ha requerido poner en orden su
negocio. Reforma que no sirve para nada en su negocio pero que es obligatorio
hacer.
Los talleres
de lunas viven en un vacío legal que les hace estar incluidos de manera
incongruente dentro de la misma normativa que los talleres de chapa y pintura.
Para los ayuntamientos, cambiar lunas es lo mismo que cambiar tubos de escape.
No hacen ninguna distinción y les piden los mismos requisitos. Sería como
exigirle los mismo requisitos a una tienda de ultramarinos que a un
restaurante. En los dos hay comida pero en uno se vende y en la otra se cocina.
¿De verían pedir salida de humos a la tienda de ultramarinos? Sería una locura
pero no pasa y no pasa porque las asociaciones del ramo han acabado con esas
normas sin sentido.
Los
cristaleros no tienen a nadie que le diga a las instituciones cuál es su
trabajo. Los talleres de chapa y pintura se apoyan en CONEPA y en las
asociaciones de cada comunidad, como ASETRA en Madrid, y vencen y convencen con
argumentos ante actuaciones ilógicas.
El
asociacionismo en nuestro sector no existe pero ante la situación del sector es
urgente que comience a plantearse su creación. Una asociación que explique cómo
se trabaja en el sector y que impida actuaciones dañinas e injustas. Un
interlocutor ante la administración y no mil voces quejándose al aire. ¿Crees
que sería posible? ¿Crees que ayudaría al sector? Si has respondido sí a ambas
preguntas mándanos tu opinión con un comentario o a David@broscomunicacion.es
![[Img #1885]](upload/img/periodico/img_1885.jpg)
La unión hace la fuerza. No es una simple e inútil frase tópica. En muchos casos, como en el del sector de la cristalería del automóvil es una necesidad perentoria. Los talleres de lunas se enfrentan a una situación que puede abocar al cierre de muchos negocios en 2011 debido a la imposibilidad de hacer frente a las exigencias de los ayuntamientos. Exigencias que se traducen en muchos miles de euros en una coyuntura como la actual en la que cualquier eventualidad en gasto no contemplado en un principio alteraría la supervivencia del negocio.
Estamos hablando de un gasto de hasta 50.000 euros para que un taller de lunas sea legal a ojos municipales. Una situación que tiene nula solución si los cristaleros hacen la guerra por su cuenta y no actúan de manera global y unificada ante las instituciones. Cristaleros de Madrid o Barcelona ya saben lo que cuesta la placa de licencia industrial y más de uno ha visto la sombra del cierre ante los grandes gastos de reforma que ha requerido poner en orden su negocio. Reforma que no sirve para nada en su negocio pero que es obligatorio hacer.
Los talleres de lunas viven en un vacío legal que les hace estar incluidos de manera incongruente dentro de la misma normativa que los talleres de chapa y pintura. Para los ayuntamientos, cambiar lunas es lo mismo que cambiar tubos de escape. No hacen ninguna distinción y les piden los mismos requisitos. Sería como exigirle los mismo requisitos a una tienda de ultramarinos que a un restaurante. En los dos hay comida pero en uno se vende y en la otra se cocina. ¿De verían pedir salida de humos a la tienda de ultramarinos? Sería una locura pero no pasa y no pasa porque las asociaciones del ramo han acabado con esas normas sin sentido.
Los cristaleros no tienen a nadie que le diga a las instituciones cuál es su trabajo. Los talleres de chapa y pintura se apoyan en CONEPA y en las asociaciones de cada comunidad, como ASETRA en Madrid, y vencen y convencen con argumentos ante actuaciones ilógicas.
El asociacionismo en nuestro sector no existe pero ante la situación del sector es urgente que comience a plantearse su creación. Una asociación que explique cómo se trabaja en el sector y que impida actuaciones dañinas e injustas. Un interlocutor ante la administración y no mil voces quejándose al aire. ¿Crees que sería posible? ¿Crees que ayudaría al sector? Si has respondido sí a ambas preguntas mándanos tu opinión con un comentario o a David@broscomunicacion.es
juan | Jueves, 05 de Julio de 2012 a las 18:22:14 horas
buenas tardes yo voy por un asunto diferente al que estais hablando.
el chico que salio en el fomoso video de carlunas diciendo lo del iva de nuevo esta abierto el taller y este chico ahora es el gerente. Lo se porque lo he visto.Da verguenza.
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