Le cambian el parabrisas en un taller de Renault, cometen una chapuza monumental y cuando el cliente reclama el jefe de taller se disculpa y le convence "para no complicarse la vida con otro cambio"

Entre muchos asegurados hay la idea equivocada de que lo mejor para solucionar un siniestro de lunas es acudir a un taller oficial de un fabricante de vehículos. Ejemplos como el de Fran en el foro de Renault dejan claro que en ese tipo de centro no tienen una experiencia y formación suficiente, algo que siempre encontrarán en un taller especialistas de lunas:

"Me llevé un chinazo hace cosa de 6 meses y os expongo mi experiencia con Renault para aquellos que defienden que hay que ir siempre al taller oficial.

Me peritan y me proponen cambiar la luna. Me avisan muy rápido, en un par de días desde que viene el perito. Lo llevo para cambiar, y lo recojo al día siguiente. Cuando lo recojo, mi pareja se percata de una pequeña marca, que podía corresponderse a suciedad. No le doy más importancia, pero se le indica al técnico verbalmente.

Al día siguiente, en casa, veo que la pieza de plástico en negro piano que rodea la luz de cortesía delante del portagafas, está completamente descolocada, y que la luz izquierda queda hundida hacia dentro. También me doy cuenta de que la pieza de plástico tras el espejo retrovisor central, y que aloja una cámara detrás, está descolocada, no ajustada contra el cristal. Lo llevo a los pocos días y me lo arreglan.

El fin de semana posterior, lavando el coche, me doy cuenta que, lo que parecía en principio una marca de suciedad, es un señor rayón, que se ve claramente que lo han hecho debido a una manipulación nada cuidadosa a la hora del montaje.

Lo llevo, se lo digo al técnico, sale el jefe del taller de carroceria, y exijo reemplazo del cristal. Asume la culpa, pero me expone que los cristales son muy complicados de cambiar, que hay que tocar multitud de sensores y demás parafernalia, y mil excusas más. Me deja caer, y he aquí el motivo fundamental, que tendrían que dar explicaciones a la marca al pedir un cristal nuevo, y señalar al técnico responsable del montaje.

Me veo la situación y pienso que visto lo manazas que son, igual me rayan alguna de las piezas en negro piano, o me parten algún plástico inferior, y lo tengo que llevar cuatro veces más, así que finalmente me persuade de la idea de un nuevo reemplazo.

Resumen: Llevo al taller una luna con un chinazo, y me vuelvo con una con un rayón. Si hubiera sido en Carglass, diríamos que son inútiles porque no son la casa oficial. Pero es que en la casa oficial está  llena de inútiles, Llevarlo a Renault no es garantía de absolutamente nada".