Un cristalero castellano relata un caso extremo en el que una asegiradora le obligó a hacer un 'maratón' sin sentido para dejar satisfecho a un cliente
"¿30 kilómetros de límite para una unidad movil?, yo he llegado a perder dinero y 5 horas por una mierda de reparación para que no me pusiesen la cruz..."
Cada vez más talleres ponen un límite al kilometraje de las unidades móviles y avisan a sus potenciales clientes que si están a más de 30 kilómetros de un taller no es posible que se realice una reparación o sustitución de la luna y deben desplazarse al taller
Esa decisión empresarial s está multiplicando y un ejemplo claro es el del taller sevillano Soldaglass, que ha situado el límite de kilometraje en la misma distancia de 30 kilómetros.
![[Img #24562]](https://infoluna.com/upload/images/10_2024/7763_kilometraje-1.jpg)
Tras la publicación de esta noticia, en INFOLUNA recibimos la llamada de un profesional que quiso compartir con nosotros un caso que le tocó vivir con una reparación de lunas en la que perdió dinero tras cubrir muchos kilómetros y perder muchas horas.
El cristalero en cuestión nos indica que trabaja en una zona de Castilla en la que es "imposible limitar las reparaciones a solo 30 kilómetros" y nos relata un caso que ironiza que pueda ser "superado por otro taller en toda España".
![[Img #24563]](https://infoluna.com/upload/images/10_2024/5787_sumario-kilometraje-1.jpg)
"Un día una aseguradora que sabíamos que nos iba a poner la cruz si nos negábamos a realizar un servicio a domicilio de un buen cliente suyo nos exigió que fuéramos a 140 kilómetros de nuestro taller para hacer una reparación. Nos parecía una barbaridad pero no nos quedaba otra. Sabíamos que íbamos a perder dinero y tiempo pero a veces no te queda otra", recuerda indignado este cristalero.
El veterano profesional explica cómo se alargó hasta 5 horas una reparación "que pagaron en 40 euros. Salimos a las 12, por carreteras de mierda y tardé más de hora y media en llegar. El trabajo estaba hecho en menos de media hora pero ya era hora de comer y paré a comer un menú cuando normalmente me llevó la comida al taller. Me gasté 20 euros en comer y 30 euros en gasolina. Es decir, perdí 10 euros y entre viaje, comida y trabajo estuve 5 horas por una mierda de trabajo. Una ruina vamos...".
![[Img #24564]](https://infoluna.com/upload/images/10_2024/8539_sumario-kilometraje-2.jpg)
Casos como este son extremos pero si es normal que se hagan 50 o 60 kilómetros habitualmente y "que nunca se pague ni un céntimo más por reparar a domicilio que en el taller. Eso es lo que nadie entiende. Gastas gasolina, tiempo y desgaste del vehículo y la aseguradora no es capaz de tarificar nada por encima de una reparación que entra en el taller. Así no se puede trabajar".
Cada vez más talleres ponen un límite al kilometraje de las unidades móviles y avisan a sus potenciales clientes que si están a más de 30 kilómetros de un taller no es posible que se realice una reparación o sustitución de la luna y deben desplazarse al taller
Esa decisión empresarial s está multiplicando y un ejemplo claro es el del taller sevillano Soldaglass, que ha situado el límite de kilometraje en la misma distancia de 30 kilómetros.
Tras la publicación de esta noticia, en INFOLUNA recibimos la llamada de un profesional que quiso compartir con nosotros un caso que le tocó vivir con una reparación de lunas en la que perdió dinero tras cubrir muchos kilómetros y perder muchas horas.
El cristalero en cuestión nos indica que trabaja en una zona de Castilla en la que es "imposible limitar las reparaciones a solo 30 kilómetros" y nos relata un caso que ironiza que pueda ser "superado por otro taller en toda España".
"Un día una aseguradora que sabíamos que nos iba a poner la cruz si nos negábamos a realizar un servicio a domicilio de un buen cliente suyo nos exigió que fuéramos a 140 kilómetros de nuestro taller para hacer una reparación. Nos parecía una barbaridad pero no nos quedaba otra. Sabíamos que íbamos a perder dinero y tiempo pero a veces no te queda otra", recuerda indignado este cristalero.
El veterano profesional explica cómo se alargó hasta 5 horas una reparación "que pagaron en 40 euros. Salimos a las 12, por carreteras de mierda y tardé más de hora y media en llegar. El trabajo estaba hecho en menos de media hora pero ya era hora de comer y paré a comer un menú cuando normalmente me llevó la comida al taller. Me gasté 20 euros en comer y 30 euros en gasolina. Es decir, perdí 10 euros y entre viaje, comida y trabajo estuve 5 horas por una mierda de trabajo. Una ruina vamos...".
Casos como este son extremos pero si es normal que se hagan 50 o 60 kilómetros habitualmente y "que nunca se pague ni un céntimo más por reparar a domicilio que en el taller. Eso es lo que nadie entiende. Gastas gasolina, tiempo y desgaste del vehículo y la aseguradora no es capaz de tarificar nada por encima de una reparación que entra en el taller. Así no se puede trabajar".
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