"No me lo puedo creer, Glassdrive acaba de abrir un taller en un pueblo de 3.000 habitantes"

"No me lo puedo creer, Glassdrive acaba de abrir un taller en un pueblo de 3.000 habitantes". Así nos alertaba un franquiciado de la red multinacional francesa sobre la apertura de un centro de una localidad extremeña.

A Jean Marc Penalba le ficharon hace dos años como nuevo director general de Glassdrive con el objetivo de multiplicar las aperturas de talleres franquiciados en toda España y parece que se tomó la misión muy en serio.

En estos dos años ha anunciado una docena de nuevos centros, muchos de ellos en poblaciones de poca población pero ninguno como el de Barcarrota, un pueblo de solo 3.400 habitantes en la provincia de Badajoz.

Mientras su competencia no contempla aperturas en poblaciones menores de 50.000 habitantes, en Glassdrive no hacen ascos a ninguna posibilidad y si aparece un inversor que se interese por abrir uno de sus talleres no le ponen ningún impedimento, aunque la población sea tan pequeña.

Este tipo de aperturas, según nos apunta un franquiciado, "demuestra que hay una obsesión por abrir a toda costa donde sea y colocar vidrio de Autover a cualquier precio. Jamás pensé que  vería un taller de una empresa multinacional como Glassdrive en un pueblecito como ese".

Este franquiciado transmite una queja que comienza a ser cada vez más común en ciertas provincias: "Parece que se están abriendo talleres como rosquillas y en algunos sitios ya comienzan a chocar los intereses de varios talleres que se pelean por las migajas que quedan en este sector. Esperemos que si se abren talleres sea donde se necesita no donde sea, porque eso al final nos perjudica a todos".