Un profesional con más de 20.000 reparaciones de lunas contesta al cristalero que desprecia este servicio: "Te voy a decir yo la lista de 'marquitas' que dejan los cambios de lunas..."

Emilio, un reconocido cristalero sevillano con una trayectoria de dos décadas en el sector de lunas, ha abierto un 'melón' cargado de polémica al considerar que la reparación es solo "una soldadura en el parabrisas que le viene muy bien a las aseguradoras".

Este profesional recomienda a los clientes con un siniestro en su parabrisas que no se dejen engañar cuando le ofrezcan una reparación y opten siempre por la sustitución como la mejor opción para resolver su problema.

Varios reparadores con larga experiencia se han puesto en contacto con INFOLUNA para dar cumplida réplica al cristalero andaluz para defender un servicio que, según su trayectoria con miles de reparaciones realizadas "ofrece enormes ventajas respecto al cambio completo de la luna".

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Uno de estos reparadores, con más de 20.000 reparaciones exitosas en su carrera, pone un ejemplo con algo de sarcasmo al analizar la recomendación de su compañero sevillano: "Parece ser que este buen hombre cuando tiene una caries en un diente va al dentista para sacarlo y no lo empasta, porque “queda una marquita”".

Este reconocido reparador recuerda las numerosas quejas que llegan en muchas ocasiones tras ser sustituido un parabrisas: "En todos los años que llevo reparando lunas, en más de una ocasión me encontré con algún cliente que me comentó que después de cambiar el cristal le quedó alguna “marquita”".

Entre las quejas comunes tras el cambio de un parabrisas que señala este reparador están "los cortes en el salpicadero, manchas en el tapizado, entradas de agua, ruido, se le empaña el parabrisas, distorsión al conducir por haberle puesto una luna de baja calidad, etc…..".

Otro reparador con larga trayectoria defiende que "esa marquita de la que habla nunca puede estar en la zona de visión del conductor, por eso es algo solo estético y no una cuestión de seguridad. Además, es menos contaminante y no reduce la resistencia del vidrio, así que en su recomendación solo veo un interés comercial porque con la luna mete una factura alta y a cambio da un buen regalo. Eso no le sale rentable con la reparación, por eso la ataca, porque le cuesta conseguirla y cuando las consigue no factura tanto".