Así es el 'plan de reciclaje' que ha activado Aurgi Glass con sus empleados para desatascar su plan de crecimiento en toda España

El proyecto de Mutua Madrileña de crear la primera red especialista de lunas propiedad de una aseguradora cumple un año sin cumplir con las previsiones que se marcaron en octubre de 2024.

CORRE A KINGLASS PORQUE EL STOCK ES LIMITADO

Cuando arrancó el proyecto con la apertura del primer centro Aurgi Glass en la Calle Goya de Madrid en la compañía de seguros líder en autos las expectativas eran muy ambiciosas y se esperaba que seis meses después estarían operando 48 centros de Aurgi y Motortown bajo el epígrafe de Aurgi Glass.

12 meses después el plan de negocio sigue encallado, se han abierto solo el 50% de los centros anunciados y se acumulan los problemas para poder darle un empujón a la red.

El principal escollo que se han encontrado en Mutua Madrileña con Aurgi Glass es la escasez de técnicos especialistas de cristalería del automóvil para incorporar a sus talleres.

 DESCUBRE MÁS INFORMACIÓN DE LA REVOLUCIONARIA                 MÁQUINA AUTEL ADAS MAXISYS IA600

En los primeros meses el plan activado se centró en convencer a técnicos de otras redes para incorporarlos con mejores condiciones. sin embargo, esa estrategia ya no funciona, ya que las condiciones laborales no son muy atractivas y los técnicos no quieren arriesgarse a dejar gratis trabajos en los que llevan muchos años.

Ante la ausencia de personal, en Aurgi Glass han activado un 'plan de reciclaje' con sus técnicos de mantenimiento del automóvil para enseñarles a cambiar, reparar y calibrar lunas.

Aurgi y Motortown no han dejado de ofrecer servicios de mecánica y venta de productos del automóvil y sus centros se han convertido en talleres híbridos en los que se cambian las pastillas de freno y se repara un parabrisas. Eso ha hecho que en Aurgi Glass se haya decidido dar cursos de técnicos de cristalería del automóvil para que sus empleados sepan cambiar el aceite, unas ruedas o sustituir un parabrisas.

En Aurgi han tenido que enfrentarse a una realidad que padecen también en su competencia, ya que los buenos técnicos reclaman ya entre 2.500 y 3.000 euros al mes y han optado por convertir a sus técnicos de mecánica rápida en 'hombres orquesta' para que sepan hacer un poco de todo.