"Nos llega una chapuza nivel máximo, han pegado la luna con ¡masilla rocadur!"

La masilla Rocadur sirveprincipalmente para rellenar y reparar abolladuras, grietas e irregularidades en superficies de carrocerías de vehículos y otras aplicaciones, preparándolas para ser pintadas. Al ser una masilla de poliéster bicomponente, ofrece gran poder de relleno, elasticidad y adherencia a diversos materiales como metales (chapa, aluminio, galvanizado), madera, plásticos y fibra de vidrio. 

Para lo que no está pensado y usarla supone una auténtica barbaridad es para pegar un parabrisas como denuncia el taller sevillano Tintacar al acudir un cliente con una furgoneta para cambiar el parabrisas.

"Chapuza nivel máximo. Nos llega una furgoneta para cambiar la luna… y mira esto", explica el gerente del taller.

En Tintacar no daban crédito a lo que veían: "¡Pegada con MASILLA en vez de poliuretano!  Nunca habíamos visto algo así. Ahora los compañeros están peleándose para quitarla sin dañar nada".

Esta chapuza no es una mera anécdota sino que supone un trabajo que podría haber puesto en grave riesgo la vida de los ocupantes del vehículo, ya que la fijación del vidrio era tan débil que con cualquier golpe podría haber salido despedido con facilidad.

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Este tipo de trabajo demuestra la necesidad de acudir a talleres especialistas de lunas que utilizan los procedimientos y los materiales adecuados para garantizar un buen trabajo. Lo que resulta más preocupante es que una aseguradora haya pagado ese trabajo a un taller pese a pegar el parabrisas a base de pegotes de masilla.